martes, 10 de marzo de 2020

lunes, 9 de marzo de 2020

domingo, 8 de marzo de 2020

sábado, 7 de marzo de 2020

viernes, 6 de marzo de 2020

jueves, 5 de marzo de 2020

miércoles, 4 de marzo de 2020

martes, 3 de marzo de 2020

lunes, 2 de marzo de 2020

viernes, 28 de febrero de 2020

AVE MARÍA

El 29 de noviembre de 2019, llegó a Jerusalén un fragmento de la preciosa reliquia de la santa cuna del Niño Jesús, ofrecida por el papa Francisco a la Custodia de Tierra Santa. La reliquia, ofrecida hace más de 1300 años por san Sofronio, patriarca de Jerusalén, al papa Teodoro I (642-649) se conservó en Roma, en la Basílica de Santa María la Mayor.

Varias celebraciones tuvieron lugar en Jerusalén el 29 de noviembre con motivo de este hecho histórico. Los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa llevaron la reliquia en procesión a la Iglesia de San Salvador, donde se cantaron las vísperas de la fiesta de Todos los Santos de la Orden Seráfica y se tuvo una celebración para recordar el día en que el papa Honorio III confirmó solemnemente la Regla de san Francisco en 1223. En la mañana del 30 de noviembre, la Reliquia fue trasladada a Belén, coincidiendo con el comienzo del Adviento, de modo que en la iglesia franciscana de Santa Catalina, adyacente a la Basílica de la Natividad, los fieles y peregrinos pudieron venerar la cuna.

Manuel García

LOS PADRES A IMAGEN Y SEMEJANZA DE SAN JOSÉ


19 de marzo, San José, día del Padre. Una fecha fría en el calendario que en el corazón de muchas personas significa mucho más. Se trata de evocar la figura de un elemento crucial en la vida de las personas: nuestro padre. El ser que nunca te falla, la persona que siempre está a tu lado te protege y te aconseja. Aquel que nos da su cariño sin pedir nada a cambio.

Por eso es justo que recordemos y honremos su figura. Nuestro padre es junto a nuestra madre la piedra angular de la familia. Las personas que nos han dado nuestra educación y saber estar en un mundo cada vez más deshumanizado.

El modelo a seguir para los cristianos debe ser San José, el padre de Jesús, un símbolo de amor,  y el Papa Francisco lo pone como ejemplo:
"Al igual que San José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar".
¡Amen!

Antonio Vaquerizo

AMOR DE MADRE


Si algo encierra el misterio de la vida, es el precisamente su comienzo y su inevitable final.  Nacemos a través de una madre, que desde el primer instante, en el embarazo incluso, vuelca todo su amor en el nuevo ser. El alumbramiento es un regalo de Dios, el primero de tantos.  

Este amor no tiene comparación con ningún otro. Y así lo experimentaremos a lo largo de todo el tiempo que disfrutemos de la dicha de la cercanía de nuestros padres. No solemos ser conscientes de cómo nos salva este amor de la rudeza del mundo. A través de él, y pese a las limitaciones humanas que siempre existen, percibimos esa luz maravillosa de Dios alumbrando nuestros caminos. En ella nos  desarrollamos, por ella crecemos, vivimos de su energía y pensamos que siempre estará ahí. Nuestra madre es el faro, la brújula, la guía, la cura de nuestras heridas en la vida.

José Martí, libertador cubano y gran escritor, fue especialmente sensible al amor de mujer. He aquí algunas de sus más acertados pensamientos al respecto.:
-  Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre.
-  La mujer de instinto, divisa la verdad y la precede.
-  Toda madre debiera llamarse maravilla.

Luis Lozano. 
Fuente: https://n9.cl/23to

CONVIRTÁMONOS A UN DIÁLOGO ABIERTO Y SINCERO CON EL SEÑOR

La alegría del cristiano brota de la escucha y de la aceptación de la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús: el kerygma. En este se resume el Misterio de un amor «tan real, tan verdadero, tan concreto, que nos ofrece una relación llena de diálogo sincero y fecundo» (Exhort. ap. Christus vivit, 117).  Quien cree en este anuncio rechaza la mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida, mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la vida en abundancia (cf. Jn 10,10). (…)

Por eso, en esta Cuaresma 2020 quisiera dirigir a todos y cada uno de los cristianos lo que ya escribí a los jóvenes en la Exhortación apostólica Christus vivit: «Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. Y cuando te acerques a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que te libera de la culpa. Contempla su sangre derramada con tanto cariño y déjate purificar por ella. Así podrás renacer, una y otra vez» (n. 123). La Pascua de Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual y nos permite mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren. 

Papa Francisco, Mensaje cuaresma 2020.
 https://n9.cl/b759

martes, 25 de febrero de 2020

CONVIRTAMONOS A UN DIALOGO ABIERTO Y SINCERO CON EL SEÑOR

Queridos hermanos y hermanas:

El Señor nos vuelve a conceder este año un tiempo propicio para prepararnos a celebrar con el corazón renovado el gran Misterio de la muerte y resurrección de Jesús, fundamento de la vida cristiana personal y comunitaria. Debemos volver continuamente a este Misterio, con la mente y con el corazón. De hecho, este Misterio no deja de crecer en nosotros en la medida en que nos dejamos involucrar por su dinamismo espiritual y lo abrazamos, respondiendo de modo libre y generoso.

 

1-. El Misterio pascual, fundamento de la conversión

 

La alegría del cristiano brota de la escucha y de la aceptación de la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús: el kerygma. En este se resume el Misterio de un amor «tan real, tan verdadero, tan concreto, que nos ofrece una relación llena de diálogo sincero y fecundo» (Exhort. ap. Christus vivit, 117).

 

Quien cree en este anuncio rechaza la mentira de pensar que somos nosotros quienes damos origen a nuestra vida, mientras que en realidad nace del amor de Dios Padre, de su voluntad de dar la vida en abundancia (cf. Jn 10,10). En cambio, si preferimos escuchar la voz persuasiva del «padre de la mentira» (cf. Jn 8,45) corremos el riesgo de hundirnos en el abismo del sinsentido, experimentando el infierno ya aquí en la tierra, como lamentablemente nos testimonian muchos hechos dramáticos de la experiencia humana personal y colectiva.

 

Por eso, en esta Cuaresma 2020 quisiera dirigir a todos y cada uno de los cristianos lo que ya escribí a los jóvenes en la Exhortación apostólica Christus vivit: «Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez. Y cuando te acerques a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que te libera de la culpa. Contempla su sangre derramada con tanto cariño y déjate purificar por ella. Así podrás renacer, una y otra vez» (n. 123). La Pascua de Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual y nos permite mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren.

 

2-. Urgencia de conversión

 

Es saludable contemplar más a fondo el Misterio pascual, por el que hemos recibido la misericordia de Dios. La experiencia de la misericordia, efectivamente, es posible solo en un «cara a cara» con el Señor crucificado y resucitado «que me amó y se entregó por mí» (Ga 2,20). Un diálogo de corazón a corazón, de amigo a amigo. Por eso la oración es tan importante en el tiempo cuaresmal. Más que un deber, nos muestra la necesidad de corresponder al amor de Dios, que siempre nos precede y nos sostiene.

 

De hecho, el cristiano reza con la conciencia de ser amado sin merecerlo. La oración puede asumir formas distintas, pero lo que verdaderamente cuenta a los ojos de Dios es que penetre dentro de nosotros, hasta llegar a tocar la dureza de nuestro corazón, para convertirlo cada vez más al Señor y a su voluntad.

 

Así pues, en este tiempo favorable, dejémonos guiar como Israel en el desierto (cf. Os 2,16), a fin de poder escuchar finalmente la voz de nuestro Esposo, para que resuene en nosotros con mayor profundidad y disponibilidad. Cuanto más nos dejemos fascinar por su Palabra, más lograremos experimentar su misericordia gratuita hacia nosotros. No dejemos pasar en vano este tiempo de gracia, con la ilusión presuntuosa de que somos nosotros los que decidimos el tiempo y el modo de nuestra conversión a Él.

 

3-. La apasionada voluntad de Dios de dialogar con sus hijos

 

El hecho de que el Señor nos ofrezca una vez más un tiempo favorable para nuestra conversión nunca debemos darlo por supuesto. Esta nueva oportunidad debería suscitar en nosotros un sentido de reconocimiento y sacudir nuestra modorra. A pesar de la presencia –a veces dramática– del mal en nuestra vida, al igual que en la vida de la Iglesia y del mundo, este espacio que se nos ofrece para un cambio de rumbo manifiesta la voluntad tenaz de Dios de no interrumpir el diálogo de salvación con nosotros. En Jesús crucificado, a quien «Dios hizo pecado en favor nuestro» (2 Co 5,21), ha llegado esta voluntad hasta el punto de hacer recaer sobre su Hijo todos nuestros pecados, hasta «poner a Dios contra Dios», como dijo el papa Benedicto XVI (Enc. Deus caritas est, 12). En efecto, Dios ama también a sus enemigos (cf. Mt 5,43-48).

 

El diálogo que Dios quiere entablar con todo hombre, mediante el Misterio pascual de su Hijo, no es como el que se atribuye a los atenienses, los cuales «no se ocupaban en otra cosa que en decir o en oír la última novedad» (Hch 17,21). Este tipo de charlatanería, dictado por una curiosidad vacía y superficial, caracteriza la mundanidad de todos los tiempos, y en nuestros días puede insinuarse también en un uso engañoso de los medios de comunicación.

 

4-. Una riqueza para compartir, no para acumular solo para sí mismo

 

Poner el Misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de los desastres medioambientales, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la trata de personas en todas sus formas y de la sed desenfrenada de ganancias, que es una forma de idolatría.

 

Hoy sigue siendo importante recordar a los hombres y mujeres de buena voluntad que deben compartir sus bienes con los más necesitados mediante la limosna, como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo. Compartir con caridad hace al hombre más humano, mientras que acumular conlleva el riesgo de que se embrutezca, ya que se cierra en su propio egoísmo. Podemos y debemos ir incluso más allá, considerando las dimensiones estructurales de la economía. Por este motivo, en la Cuaresma de 2020, del 26 al 28 de marzo, he convocado en Asís a los jóvenes economistas, empresarios y change-makers, con el objetivo de contribuir a diseñar una economía más justa e inclusiva que la actual. Como ha repetido muchas veces el magisterio de la Iglesia, la política es una forma eminente de caridad (cf. PÍO XI, Discurso a la FUCI, 18 diciembre 1927). También lo será el ocuparse de la economía con este mismo espíritu evangélico, que es el espíritu de las Bienaventuranzas.

 

Invoco la intercesión de la Bienaventurada Virgen María sobre la próxima Cuaresma, para que escuchemos el llamado a dejarnos reconciliar con Dios, fijemos la mirada del corazón en el Misterio pascual y nos convirtamos a un diálogo abierto y sincero con el Señor. De este modo podremos ser lo que Cristo dice de sus discípulos: sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-14).

 

Francisco

 

Roma, junto a San Juan de Letrán, 7 de octubre de 2019 Memoria de Nuestra Señora, la Virgen del Rosario

lunes, 24 de febrero de 2020

miércoles, 19 de febrero de 2020

miércoles, 29 de enero de 2020

AVE MARÍA

¡Los santuarios marianos son lugares insustituibles!

Durante sus viajes apostólicos al extranjero, el papa Francisco nunca deja de orar en un santuario mariano, en Fátima (Portugal), Knock (Irlanda) o en Madu (Sri Lanka). El 29 de noviembre de 2018, cuando recibió a unos 600 rectores de santuarios en el Vaticano, el Papa les recordó la importancia para la Iglesia de esos lugares donde el pueblo de Dios se reúne. “Son lugares insustituibles porque mantienen viva la piedad popular, enriqueciéndola con una formación catequética que apoya y fortalece la fe, al tiempo que alimenta el testimonio de la caridad”. 

Y concluye con una anécdota. Recuerda a una anciana en el santuario de Salta, al norte de Argentina, quien le pidió al sacerdote que bendijera sus imágenes. Aunque había recibido ya una bendición al final de la Misa, ella quería tocar esas imágenes, sentirlas con sus manos para tocar a Dios. Para el Papa, la piedad popular es una joya que debe cuidarse y mantenerse viva.     
                                  
Manuel García

SANTO TOMÁS DE AQUINO

DOCTOR DE LA IGLESIA

Hace sólo unos días, se celebró la festividad de Santo Tomás de Aquino, el patrón de las universidades, de los profesores y de los estudiantes. Santo Tomás desarrolló su labor a lo largo del siglo XIII  en el campo de la teología y la filosofía y fue uno de los grandes renovadores de la Iglesia.
El pensamiento  de este fraile dominico, doctor de la Iglesia, permitió desarrollar los estudios teológico y filosóficos y crear un nuevo concepto el "tomismo",  en el que integró el pensamiento de Aristóteles, la teología cristiana y el concepto de la ley natural. Pasados los siglos Tomás de Aquino sigue siendo uno de los referentes de la filosofía universal al lado de nombres como Aristóteles, Platón o Kant.

La Iglesia necesita de hombres doctos como Santo Tomás de Aquino. Y los cristianos necesitamos, más que nunca, seguir las enseñanzas del gran maestro, Jesús.

Antonio Vaquerizo

HERMANA CELESTINA: CIBERCATEQUISTA

A sus 64 años usa Skype para impartir catequesis a católicos muy repartidos por Islandia, donde el desplazamiento es complicado


La Hermana Celestina era una niña en la Yugoslavia comunista. Ella se crió en una familia de etnia croata (es decir, de cultura católica) en lo que hoy es Bosnia. Lleva 44 años como Hermana Carmelita del Divino Corazón de Jesús, de los cuales 34 han sido de trabajo misionero. Primero pasó 15 años en Brasil, país cálido, muy poblado, con mucha pobreza, de los más religiosos del mundo. Y ahora lleva ya casi 20 años en Islandia, país muy frío (también en el trato humano), poco poblado, rico en lo económico, y muy poco religioso.

Cibercatequesis por Skype

Ella vive en comunidad con una hermana nicaragüense y dos brasileñas: no son de países fríos. Una atiende dos grupos de catequesis en su pueblo de Akureyri. El párroco atiende otros tres. Y la Hermana Celestina, a sus 64 años, es "cibercatequista": imparte la catequesis por Skype y Facebook a católicos, adolescentes o adultos, repartidos por grandes distancias.  

Fuente: https://n9.cl/qc04  

LOS 12 VERBOS

DE MI RELACIÓN CON MARÍA


1. Contemplar a María 2. Rezar a María 3. Amar a María 4. Imitar a María 5. Caminar con María 6. Rezar como María 7. Hablar como María 8. Callar como María 9. Unir como María 10. Liberar como María 11. Esperar como María 12. Ser María
He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu Palabra (Lc. 1,38)
A la postre, la relación con María más sublime, la que abarca todas las demás, es “Ser María”: “otra María”. Sirva para entenderlo esta experiencia mística de Chiara Lubich: “Entre un día en la Iglesia y, con el corazón lleno de confianza, le pregunté: Por qué quisiste quedarte en la tierra, en todos los lugares de la tierra, en la dulcísima Eucaristía, y no encontraste –Tu que eres Dios- un modo de traer y dejar también aquí a María, la Madre de todos nosotros, los que peregrinamos en el mundo? En el silencio, parecía responder: “No la traje porque quiero volver a verla en ti. Aunque no seáis inmaculados, mi Amor os virginizará; y tú, y vosotros, abriréis los brazos y el corazón de madres a la humanidad que, como entonces, tiene sed de su Dios y de la Madre de Él. A vosotros, pues, os corresponde mitigar los dolores, las llagas, enjugar las lágrimas. Canta las letanías y trata de reflejarte en ellas” Chiara Lubich.

Manuel María Bru Alonso
(Delegado Episcopal de Catequesis)

Fuente: https://catequesis.archimadrid.es/los-12-verbos-de-mi-relacion-con-maria/