Varias
celebraciones tuvieron lugar en Jerusalén el 29 de noviembre con motivo de este
hecho histórico. Los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa llevaron la
reliquia en procesión a la Iglesia de San Salvador, donde se cantaron las
vísperas de la fiesta de Todos los Santos de la Orden Seráfica y se tuvo una celebración para recordar el día en que
el papa Honorio III confirmó solemnemente la Regla de san Francisco en 1223.
En la mañana del 30 de noviembre, la Reliquia fue trasladada a Belén,
coincidiendo con el comienzo del Adviento, de modo que en la iglesia
franciscana de Santa Catalina, adyacente a la Basílica de la Natividad, los
fieles y peregrinos pudieron venerar la cuna.
Manuel García