A través del arte, creyentes
y escépticos encuentran un punto de encuentro en el que la belleza los llama al
silencio y la contemplación. Foto: Dominicos
José Saborit es pintor y catedrático de pintura de la
Universidad Politécnica de Valencia. A diferencia de otras representaciones con
moralejas más evidentes, la obra de Saborit «no es un servicio de mensajería».
Como él mismo comenta, «antes que transmitir significados, busca contagiar
atmósferas de serenidad, de afirmación de la vida, de lentitud y de pequeñez».
Así, el contenido religioso que se puede deducir de ella no radica en la
inclusión de símbolos como la cruz sino de los estados de ánimo que genera
porque «la contemplación de la belleza y el silencio son lo más parecido a una
oración».
«Mi pintura habla del misterio, que se
vislumbra, se siente o se adivina, pero no se entiende», explica. Así, la falta
de discurso de sus paisajes, que pinta «guiado por la emoción y la intuición»,
provoca que las personas que los miran vean lo que llevan dentro de sí.
Tomado en: http://www.alfayomega.es/175076/todos-los-que-buscan-la-belleza-comparten-mision-con-la-iglesia