La Cuaresma es un momento de búsqueda interior. En estos tiempos tan duros y difíciles que nos toca vivir necesitamos buscar en nuestro interior, tener un momento de pausa para hablar con Jesús.
En tiempos
no tan remotos, se practicaba el ayuno como penitencia y los viernes no se
comía carne, era una forma de acercarnos a Dios, una manera de buscar en
nuestro interior a Jesús. Ahora la penitencia pasa por ser más humanos,
empatizar con nuestros semejantes, ser menos competitivos y más compasivos y sobre
todo ser más cristianos.
Hoy en día,
el stress, la ansiedad y la vida vertiginosa y acelerada que llevamos dejan
nuestros encuentros con nuestro Señor en un tiempo a veces, demasiado corto y
escaso. Es cierto, que la sociedad ha cambiado que los cristianos nos hemos
transformado, pero Jesús sigue siendo el mismo, la persona que siempre está a
nuestro lado, el Padre que vela por nosotros.
En estos
días de cuaresma, busquemos en nuestro corazón, revisemos nuestro interior y
hagamos un acto de penitencia sincero y profundo.
¡¡¡Jesús
está con nosotros!!!
Antonio Vaquerizo