Y un tejedor dijo: Háblanos del vestir.
Y
él respondió, diciendo:
Vuestra
ropa esconde mucho de vuestra belleza y, sin embargo, no cubre lo que no es
bello.
Y
aunque buscáis en el vestir el sentiros libres en vuestra intimidad, podéis
hallar en él un arnés y una
cadena.
¡Cómo
pudiérais enfrentar al sol y al viento con más de vuestra piel y menos de
vuestro ropaje!
Porque
el aliento de la vida está en la luz del sol y 'la mano de la vida en el
viento.
Algunos
de vosotros decís: "Es el viento del norte el que ha tejido las ropas que
usamos."
Y
yo digo: ¡Ay! Fue el viento del norte.
Pero
fue la vergüenza su telar y la debilidad de carácter dio sus hilos.
Y,
cuando terminó su trabajo, rió en el bosque.
No
os olvidéis que el pudor no es protección contra los ojos del impuro.
Y,
cuando el impuro no exista más ¿qué será el pudor sino los grillos y la
impureza de la mente?
Y no olvidéis que la tierra goza al sentir vuestros pies desnudos y los vientos anhelan jugar con vuestros cabellos.
KHALIL GIBRÁN, El profeta