En
el número de julio pasado, la revista Alfa y Omega realizaba una entrevista con
el nuevo vicario episcopal del clero en Madrid, Gil González. En ella don Gil
manifestaba que “el clero madrileño es acogedor y muy trabajador”, seguramente
que es así. Enseguida vino raudo y veloz a mi cabeza, las figuras de los sacerdotes
de nuestra parroquia. Y ahí sí estoy totalmente seguro: son acogedores y muy
trabajadores. Pero además, son también,
dos personas que se preocupan y se desvelan por su feligresía, y lo digo con
conocimiento de causa. Ellos nos dan a conocer, con su actitud y su saber estar,
a Jesús.
Como decía San Pablo sobre el hijo de Dios: “… Y si no lo aman es
porque no lo conocen y si no lo conocen es porque nadie se lo ha predicado”.
Nosotros
si lo conocemos y lo amamos porque tenemos la suerte de contar con dos
sacerdotes que con su ejemplo nos acercan a Jesús.