lunes, 2 de septiembre de 2019

AVE MARÍA

Empecemos el curso consagrando todo nuestro ser y quehacer a María como hicieron Luis María Grignon de Monfort y Kolbe:
"Oh Inmaculada, Reina del Cielo y de la Tierra, refugio de los pecadores y Madre nuestra amorosísima, a quien Dios confió la economía de la misericordia.  Yo…. pecador indigno, me postro ante ti, suplicando que aceptes todo mi ser como cosa y posesión tuya.  A ti, Oh Madre, ofrezco todas las dificultades de mi alma y mi cuerpo, toda la vida, muerte y eternidad. Dispón también, si lo deseas, de todo mi ser, sin ninguna reserva, para cumplir lo que de ti ha sido dicho:   "Ella te aplastará la cabeza" (Gen 3:15), y también: "Tú has derrotado todas las herejías en el mundo". Haz que en tus manos purísimas y misericordiosas me convierta en instrumento útil para introducir y aumentar tu gloria  en tantas almas tibias e indiferentes, y de este modo, aumento en cuanto sea posible el bienaventurado Reino del Sagrado Corazón de Jesús.
Donde tú entras oh Inmaculada, obtienes la gracia de la conversión y la santificación, ya que toda gracia
que fluye del Corazón de Jesús para nosotros, nos llega a través de tus manos". Ayúdame a alabarte, Oh Virgen Santa y dame fuerza contra tus enemigos."  

Manuel García