Tres
semanas, tres para que vuelva como cada año la Nochebuena. Las familias se
volverán a reunir y en las calles de nuestras ciudades sonarán los villancicos.
Una composición arraigada en lo más profundo del pueblo español que data del
siglo XV. El villancico era la forma que el pueblo llano tenía de dar las
gracias a Dios por enviar cada a año a su hijo. El niño Jesús como testimonio de verdad, esperanza y alegría. La
Sagrada Familia como símbolo y ejemplo de Familia cristiana.
Y
otra vez, en Nochebuena, nos reuniremos con nuestras familias ante el portal de
Belén con la Virgen, San José y el niño Jesús y recordaremos que han pasado más
de dos mil años de aquel suceso maravilloso que cambió nuestras vidas. Y para
festejarlo, comeremos, beberemos y cantaremos villancicos dando gracias por la
venida del Salvador, el Mesías, el Señor.
“Noche de paz,
noche de amor,
ha nacido el niño
Dios”
Amen.
