“Nosotros
muchas veces, estamos cansados de volver atrás y pensar en lo que pasó: en mi vida,
en mi familia, en mi gente. Pero hoy es un día de memoria, la memoria que nos
lleva a las raíces: a mis raíces, a las raíces de mi pueblo”.
“Pidamos
hoy al Señor que nos conceda la gracia de no perder nunca la memoria de no
ocultar nunca nuestra memoria, la memoria de una persona, la memoria de una
familia, la memoria de un pueblo. Que nos conceda la gracia de la esperanza,
porque la esperanza es un don suyo: saber esperar, mirar al horizonte, no
permanecer cerrados frente a un muro. Siempre mirar al horizonte y esperar. Y
nos dé la gracia de comprender cuáles son las luces que nos acompañarán en el
camino para no equivocarnos, y así llegar a donde nos esperan con tanto amor”.
“En
este cementerio están las tres dimensiones de la vida: la memoria, la vemos
allí; la esperanza, la celebraremos ahora en la fe, no en la visión; y las
luces que nos guían en el camino para no equivocarnos, las hemos escuchado en
el Evangelio: son las Bienaventuranzas”.
Papa Francisco, 2-11-2018, Cementerio Laurentino de Roma