Señor,
danos la sabiduría
que
juzga desde arriba y ve a lo lejos
danos
el Espíritu que omite
lo
insignificante en favor de lo esencial.
Enséñanos
a serenarnos
frente
a la lucha y a los obstáculos
y
a proseguir en la fe, sin agitación
el
camino por tí trazado.
Danos
una actividad serena
que
abarque con una visión
unitaria,
la totalidad.
Ayúdanos
a aceptar la crítica
y
la contradicción
Haz
que sepamos evitar
el
desorden y la dispersión.
Que
amemos todas las cosas
juntamente
contigo.
Oh
Dios, fuente de ser,
únenos
a Tí
y
a todo lo que te converge
hacia
la alegría y la eternidad
Amén.
P. Larrañaga